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Big White Lie

Chapter 41: El fuego, demasiado ruidoso

Summary:

Liam arregla algunas cosas con Louis, algo de Narry, Lirry y ¿recuerdan a Johnny y Julian?

Chapter Text

Liam bostezó mientras observaba a Louis andar en monopatín alrededor de la gasolinera vacía. El sol de la madrugada asomaba por encima de los árboles imponentes al comienzo del pintoresco camino que todos estaban a punto de cruzar dormidos. Los espectáculos de Seattle y Vancouver estaban cerca—sólo con un día de diferencia—y los conciertos habían seguido infinitos recorridos por el oeste de Norteamérica, por no mencionar el incidente con las rosas. Si bien aún preferían quedarse en la guarida a entrar y salir de habitaciones estériles en hoteles, todos estaban agotados de moverse constantemente. Tan hogareño como era la guarida, no podían esperar—Zayn y Louis al menos—para llegar a Edmonton y algo permanente; sin embargo, Liam, Harry y Niall todavía tenían una etapa más para viajar. Podrían haber volado directamente desde Vancouver, pero después de lo que sucedió en Seattle, los cinco querían permanecer juntos todo el tiempo que pudieran.

—Entonces, estaba pensando… —el Alfa rompió los sonidos de la naturaleza.

—¿Lo hacías?

—Cuando regresamos a Londres, estaba pensando en preguntarle al Dr. Black si conoce a un consejero o un psiquiatra que pudieras ver cuando estemos en casa. Sólo una o dos veces, para probar.

Louis se volvió hacia él, las ruedas rasparon el concreto cuando respondió: —Psiquiatra, ¿eh? ¿Estás inventando palabras otra vez, Li?

El Alfa sonrió; esperaba que su omega lo desviara con humor. Pero, había esperado intencionalmente un par de días para mencionarlo. Quería que Louis estuviera relajado y más abierto a la posibilidad. Quería el incidente de las rosas en retrospectiva. —Tal vez. Pero estoy siendo serio. Sé que no te gustó el del hospital, pero estoy seguro de que hay mejores por ahí.

—¿Es por mi madre y la tarjeta de crédito?

—Realmente no. Más la caja y el subespacio… —Liam mantuvo cualquier juicio fuera de su declaración—. Podría ser bueno para ti hablar con alguien. Yo sólo… has pasado por mucho. Y lo has manejado muy bien, te has adaptado tan bien de muchas maneras, Louis amor. Muy bien —se aseguró Liam de enfatizar eso—. Pero… no puedes tener miedo del espacio omega, Lou. Eso no está bien, no para un omega. Sólo creo que sería bueno para ti hablar.

—Te diría que no estoy loco, pero ambos sabemos que eso es discutible.

—Sé que estás haciendo eso del auto-desprecio como un chiste a medias. Y no se trata de estar loco. Podemos hacer que comas bien, pero estar sano también es mental.

—Está bien… —había estado pensando en eso cada vez más. El espacio omega, eso es. No estaba listo para enfrentarlo otra vez, pero estaba pensando en eso, especialmente después de lo que sucedió ayer. Eso era algo, ¿no?

—¿De acuerdo?

Louis todavía podía sentir las consecuencias de su ataque de pánico. No había tenido uno tan malo en tanto tiempo que se había olvidado del cansancio en sus huesos y del agotamiento que habría estado allí durante días. No tenía la energía para no confiar en su Alfa; incluso si lo hiciera, su respuesta sería la misma. —Si crees que es lo mejor, confío en ti. Intentaré hablar con quién quieras.

La sonrisa de Liam rivalizaba con el sol. Su omega confiaba en él.

—Mientras estamos en eso, todo eso de confiar en mí, ¿puedo preguntarte algo?

—¿Más? Eres tan exigente —dijo Louis con fingida impaciencia.

—¿Por qué la caja? Quiero decir… ¿cómo empezó todo?

—Oh… bueno… yo… —Louis suspiró; honestidad, se recordó a sí mismo—. Cuando era más joven, solía sentarme en mi armario cada vez que las cosas se ponían demasiado mal en casa. Entonces, necesitaba un armario móvil y hablé con Rick y él hizo que sucediera —dejó de lado sus olores porque, bueno, era lo suficientemente embarazoso.

—Tú y Rick… —Liam se calló, sin saber cómo abordar la pregunta. Pero cuán cercanos eran los dos lo había estado acosando desde el incidente.

—¿Rick y yo qué? —Louis se dio cuenta y él detuvo su tabla—. ¿Estás preguntando si algo sucedió entre Rick y yo?

—No —Liam se sonrojó—. ¿Tal vez? Sí, está bien, sí. Quiero decir, ¡él sabía dónde estabas cuando nosotros no, Louis!

—Bueno, ¡no podría simplemente agregar una caja sin que nadie lo supiera! —el omega raspó el suelo con la cara ardiendo—. ¡Lo siento!

—No, no, no, amor —Liam ahuecó sus mejillas—. No es algo de lo que tengas que disculparte. Trataste de manejar la soledad lo mejor que pudiste, y no se trata de tener la caja o de necesitarla o buscarla. Sólo quiero saber…¿por qué Rick?

—No sé. Él siempre ha estado cerca. Él está como… a cargo de las cosas, pero no era “de la gerencia”, ¿sabes? No tenía nada que ver con Modest, y, ya sabes, era alguien en quien podía confiar con lo que necesitaba…

—¿Cuánto tiempo has tenido la caja?

Louis torció la tabla con torpeza. —Desde la mitad del primero…

—¡¿Desde el tour de Up All Night?!

—Sí —suspiró el omega.

—No, lo siento, yo, está bien que la tuvieras, amor. Como dije, hiciste lo que tenías que hacer. Es sólo que… Entonces, ¿Rick ha sabido todo este tiempo?

—Sí. Y le pedí que no se lo contara a nadie y nunca lo hizo. Ni siquiera a Paul. Y si él sabía que yo estaba allí, y lo sabía porque siempre había dejado mi patineta debajo, se asomaba algunas veces para controlarme, asegurarse de que estaba en el escenario o donde necesitaba llegar a tiempo. Siempre ha sido muy amable y considerado de esa manera.

Liam asintió, tratando de combatir los celos porque otro alfa cuidara tan bien de su omega y encontrara alivio en su lugar. Louis tenía a alguien que lo cuidaba y eso era bueno. Eso era bueno. Eso era bueno, se repitió Liam. Aun así. —Entonces, como… ¿nunca, como... sucedió algo entre ustedes?

—¡Ugh! Liam! ¡Está felizmente vinculado desde hace casi treinta años! ¡Son como el maldito Diario de una Pasión, por dios santo! ¡Tienen hijos mayores que nosotros!

Liam sintió que la insensatez reemplazaba los celos y la curiosidad. —¡De acuerdo! Ok, sólo me lo estaba preguntando —él acarició el cuello de su omega juguetonamente.

—Ridículo —Louis se fundió contra él—. Absolutamente ridículo.

—Soy ridículo por ti —el Alfa le besó la frente.

--

Justo antes de las dos de la tarde, finalmente llegaron al hotel en Edmonton, donde se separarían durante exactamente treinta horas. Zayn y Louis se quedarían para grabar y relajarse, mientras que Liam y Harry se irían para acompañar a Niall a su torneo de golf.

—¿Por qué hay arena en el suelo? —Zayn se dejó caer en la cabina, golpeando la mano de Liam cuando el Alfa lo revisó para ver si tenía fiebre. Sí, casi había dormido doce horas, pero eso no lo enfermaba. Él siempre era de esa manera antes de su celo.

—Lo siento. Nos pusimos sucios —Harry tiró de Niall bajo su brazo y presionó besos en su cuello.

Antes de salir de su primera parada en Canadá, Harry le pidió a Don que se desviara por la playa. Ya después de la medianoche, trató de no despertar al resto de la manada mientras se acomodaba nuevamente en el dosel (los omegas decidieron mantenerlo y las luces encendidas porque todo era muy bonito) y despertó a Niall, caminando silenciosamente con el omega adormecido y envolviéndolo en una manta.

—¿Qué es, Haz? —hizo un puchero contra su pecho.

—Yo sólo… hay algo que quería hacer. Debería haberlo hecho en Malibú, porque esa era la playa correcta, pero la cagué y estaba realmente preocupado por Louis y no debería porque los dos son importantes para mí, igual de importantes para mí —en frente de cámaras, reporteros y entrevistadores, el alfa más joven medía mejor sus palabras, pero con su manada se permitía divagar. Puso los pies de Niall en la arena; el reflejo de la luna atrapó cada ola cuando se estrellaba a sólo un metro de distancia—. Y los amo a los dos.

—Entonces… ¿es por eso que estoy en la playa muy temprano? ¿O muy tarde si prefieres hacerlo de esa manera? —el rubio bostezó para despertarse un poco más.

—Porque… es donde tomé tu mano por primera vez y te pregunté si podía cortejarte. Si pensabas que podríamos ser manada. Si yo podía ser tuyo y tú también podías ser mío —Harry entrelazó sus dedos en los de Niall.

Con un rubor, el rubio se levantó, los pies hundiéndose en la arena como aquella cálida noche en California, hablando con Harry mientras Liam y Zayn observaban desde lejos. —Siempre romántico —se acurrucó en el abrazo del bebé alfa—. También te amo, ¿sabes? —levantó la cruz de plata de debajo de la camiseta de Harry. La abuela de Niall se la había dado para su Primera Comunión y él, a su vez, se la había dado a Harry antes de que se unieran—. Y nunca lo dudé. Yo… nunca dudé de que me amabas. Yo sólo… me preguntaba si me amas tanto como lo haces con Louis.

—Lo hago. Todo se trata de amor igual —sonrió—. Todo el amor.

—Todo el amor —Niall frunció el rostro adorablemente cuando Harry le besó la frente.

—Estoy realmente orgulloso de ti. Estar en esa caja para Louis no debió haber sido fácil.

—Lo fue, en realidad —el omega apretó la mano de Harry y comenzó su paseo de medianoche a través de la arena—. Ni siquiera lo pensé. Quiero decir, supongo que lo hice, es por eso que salté adentro, pero, ya sabes, sólo quería que él estuviera a salvo.

—Aun así —el alfa tomó su mano y besó sus dedos—. Estoy orgulloso de llamarte mi omega. Siempre estoy orgulloso, pero estoy más orgulloso.

Zayn soltó un gruñido y robó al rubio para ponerlo sobre su regazo y aspiró sus propias marcas en la piel pálida.

—Al menos no la han llevado hasta la cama —Liam se encogió de hombros—. Los limpiadores vienen hoy de todos modos.

—Estamos listos para movernos —Paul asomó la cabeza.

—Sí, ya vamos. Sostén tus malditos caballos —gruñó Zayn en el cuello de Niall.

—Aw, mi persona mañanera —Niall dejó un beso húmedo en la mejilla.

—Vamos, Z —Louis entró con un bostezo, su oso saliendo de la mochila azul sobre su hombro.

—Cariño, ¿te vas a cambiar? —Liam volvió a meter a Boo Bear e hizo un gesto hacia el pijama y las viejas botas a cuadros.

—No —ajustó su bolsa y bostezó de nuevo—. ¿Ya nos vamos?

—¿Con prisa por llegar a grabar? Porque eso es lo que vas a hacer —Liam evitó que pisara la placa de presión junto a la puerta delantera—. Espera, Lou.

El Alfa alcanzó el collar, pero se congeló cuando Louis hizo un puchero y suspiró. Esa cara no serviría.

—Está bien, no te muevas —corrió escaleras arriba y agarró una de las chaquetas de Donny Rovers—. ¿Te pones esto? —esperó y luego la cerró con la cremallera hasta el cuello—. ¿Mejor?

Louis sonrió y asintió; Liam le devolvió la sonrisa, inclinándose para besarse.

—Todo bien. Vamos.

—Llévame —Louis exigió y extendió sus brazos.

—No, bebé —se rio entre dientes Liam y le dio unas palmaditas a su culo—. Vas a caminar como un buen chico y puedes volver a dormir en la habitación.

—Malo. ¿Haz?

—El Alfa habló, bebé —Harry lo detuvo para darle un beso.

—Niaaaall —suspiró Louis.

—No les gusta cargarnos delante de los fans. Los alfas son malos así. Pero yo te meteré de nuevo en la cama, ¿vale?

La banda entregó sus cosas a seguridad para que pudieran parar a firmar autógrafos y posar para fotos para el pequeño grupo de fans reunidos fuera del hotel, mientras que otra persona los registró. Niall deslizó su mano en la de Louis, quien la apretó de manera tranquilizadora mientras estaban en el ascensor. Una vez que estuvieron en su habitación, los dos mayores se lanzaron a la cama del tamaño de una manada en la suite.

—Chicos, ¿deberíamos tener sus palos cargados en la SUV? —preguntó Paul.

—Sí, por favor, Paul —asintió Liam, observando cómo Harry y Niall se unían a Zayn y Louis, acariciándoles la espalda y el cabello y arropándolos.

—¿No te preocupa dejar a Zayn con Louis? —Paul preguntó en voz baja.

—No. Harry se vuelve posesivo, pero Zayn siempre está demasiado cansado antes de que sus celos o los de Niall comiencen —Liam negó con la cabeza, sin embargo. Por la expresión de su rostro, estaba sopesando las opciones mientras pensaba en voz alta—. Además, Zayn nunca me dejaría —habían vinculado a Niall tan cerca que sus vínculos se habían entrelazado; se sentían más que la mayoría de los alfas, incluso aquellos que compartían un omega. Los médicos y especialistas advirtieron contra la unión tan cerca por esa razón, pero era Zayn.

—Oye —Harry salió de la cama, cerrando la puerta del dormitorio en silencio—. Nunca te dejaré tampoco.

—¿Ni siquiera por Louis?

—Louis pertenece a todos nosotros —Harry negó con la cabeza—. No podría haber hecho lo que hiciste por él, Li. Él es tuyo. Soy tuyo. Puedes anudarme otra vez si quieres.

—Y esa es mi señal para irme —se rio Paul; a decir verdad, le encantaba la conexión entre estos chicos y los protegería a ellos hasta su último día si querían que lo hiciera—. Oh, los productores están listos para ustedes cuando lo estén.

Harry sonrió. —¿Qué tan enfadados crees que estarán cuando los despertemos?

—Zayn estará bien si lo despertamos con una mamada.

—¿Y por nosotros, te refieres a mí?

—Nuestros omegas estuvieron de acuerdo en que das las mejores mamadas —sonrió Liam.

—Lo estuvieron —Harry empujó a Liam contra la puerta cerrada y se dejó caer de rodillas—. Le dije a Zayn que cuando digamos nuestros votos, también serán para él y para ti.

—Sólo tu dirías eso, cursi —Liam le acarició la mejilla.

—Me amas de esa manera.

—Te amo, punto.

—Ahora, ¿quién es el cursi?

—El chico que te está esperando para que le chupes la polla.

Harry rio y liberó a Liam. —Cómo entras en estos jeans está más allá de mí —él lamió el eje endurecido. Pasó la lengua de la base a la punta antes de tragarlo con facilidad bien practicada.

—Hermoso, te ves jodidamente hermoso con mi polla en tu boca —Liam reunió los rizos del alfa más joven en una cola de caballo, saboreando la boca caliente y húmeda que se balanceaba de un lado a otro—. ¿Te vas a tocar, Haz? Te encanta tanto chupar mi polla —el Alfa sabía que Harry ya había empezado a tocarse a través de sus jeans—. Necesitas que te lo diga, ¿verdad?

Harry murmuró una respuesta afirmativa alrededor de la erección en su garganta.

—No —decidió el Alfa—. Te vas a correr en tus pantalones y yo en tu boca, y los dos vamos a disfrutarlo, ¿no? Si fueras un omega, estarías tan mojado para mí en este momento, ¿no? ¿Te gustaría un buen nudo? Llévame más profundo, Haz, sé que puedes y no necesitamos tu voz por un par de días, ¿verdad? No es que eso te importe. Nunca vas a superar el show de París. Cuando pasaste una hora con mi polla en tu garganta porque no querías dejar de chuparme. Los pobres fans franceses no pudieron escucharte cantar. Apuesto a que no les importaría si supieran que prácticamente te había anudado la boca.

Cuando Liam le folló la garganta, el bebé alfa empujó contra su mano. Él había luchado con eso al principio, esta parte de él que no creía que debería haber tenido. Los alfas no necesitaban una polla como él, no deberían querer tanto un nudo como él, no querían que les hablaran como Liam hacía. Pero, sus alfas y omegas no lo despreciaron por eso, no intentaron emascularlo. Lo abrazaron, tal como era él.

Había algo tan travieso en hablarle a otro alfa así y Liam sintió que le temblaba el vientre mientras continuaba divagando: —Sé lo que quieres, Haz, dios, eres bueno chupando, estoy tan cerca, Harry, dios mío —gimió, y de repente tiró de Harry por la cola de caballo para poder masturbarse, con la cabeza en el borde de la boca de Harry—. Mantente abierto, permanece abierto para mí como un buen chico, sí, sí, así.

Harry gimió cuando se corrió contra su palma, tan concentrado en el calor pegajoso que se extendía en sus pantalones que la primera explosión en su lengua lo sorprendió. Con un gruñido, Liam bombeó su polla, observando mientras llenaba la boca del alfa más joven.

Con una sonrisa, Harry atrajo a su Alfa para darle un beso sucio. —Te amo, lo sabes, ¿verdad? —se secó la boca con un trago grueso—. Nunca podría dejarte a ti, a Zayn, a Niall. Louis y yo te pertenecemos. Te amo, Li.

—También te amo, bebé alfa. Yo también te amo —Liam lo besó suavemente. Un golpe en la puerta rompió su tierno momento.

—Oigan, John espera trabajar un poco con ustedes tres antes de que se vayan, ¡y súbanse los malditos pantalones —Basil entró y giró sobre sus talones para devolverse un segundo después.

—Gracias, Bas —se rieron los alfas—. ¡Lo siento!

—Ve a despertar a los omegas —Liam le dio un codazo a Harry—. Me encargaré de la bella durmiente.

Tomó un poco de acción—y el sabor de Liam en los labios familiares de Harry para despertar a los omegas repentinamente celosos (y Liam persuadió a Zayn para que despertara de la manera suave y delicada que sólo Liam podía)—pero la manada finalmente llegó a la suite de los productores. John, Julian y Jamie tenían un autobús, pero por lo general iban y venían en la gira, sin la obligación de quedarse para cada show. De los tres, Julian solía quedarse con ellos más a menudo, contento con el viaje, pero Jaime sólo volaba para encontrarse con ellos en ciertas ciudades. Pero hoy, John esperó en la suite, dirigiendo a Harry a la cabina preparada en la sala de estar para un coro.

En silencio, la manada se tendió en los sofás de la suite, Liam con Louis en su regazo trabajando en algunas letras, mientras que Zayn puso su cabeza en el regazo de Niall y cerró los ojos.

A pesar de que era poco probable, la puerta permanecía abierta para evitar que el sonido de la cerradura llegara a una canción. Así que fue fácil para Johnny entrar.

¡Los celos surgieron en Niall por un breve momento porque este era el bastardo que había pasado la noche con el omega de Niall! Sus alfas se habían sentido aliviados de que Louis nunca compartió una litera con otro alfa, pero Niall no había enfrentado sus celos hasta ahora. Niall frunció el ceño cuando Johnny se quedó allí con su mandíbula perfecta y esas pecas dispersas y el bronceado dorado, y la camisa enseñando un cuerpo musculoso. ¿Cómo tenía el bastardo el cuerpo de alguien que podía partir a una perra por la mitad, pero la puta cara del rey de los twinks? Oh, Niall odiaba a Johnny. Lo odiaba. Lo detestaba tanto.

Johnny que pudo pasar la noche con su Louis. El volumen de Johnny anulaba el pequeño tamaño de Louis. Tuvieron que haber estado presionados de pies a cabeza para caber en esas pequeñas literas.

Un pellizco lo sacó de su deslumbramiento. —¿Qué? —espetó él.

—Tranquilo, tigre —susurró Liam y lo llevó a su regazo.

Mientras tanto, Johnny saludó en silencio, sonrojándose cuando Julian salió de un dormitorio, claramente vestido para una cita y la boca de Louis cayó. El omega inglés no pudo romper su silencio, pero Harry perdió rápidamente el enfoque en su canto, incapaz de identificar la emoción extrema de Louis; la conexión entre ellos acababa de comenzar después de todo. El productor cortó la grabación antes de que Julian y Johnny pudieran escapar.

—Que tengan una buena cita —la sonrisa de suficiencia de Louis se extendió por la habitación.

—Adiós, Lou —Johnny se rio entre dientes.

—Nos vemos después, Tommo, muchachos —Julian asintió, pasó un brazo alrededor del omega roadie y salió de la suite.

—¿Necesitas un minuto, Louis? —preguntó el productor beta con una sonrisa.

Louis saltó del regazo de Liam y procedió a hacer una especie de baile híbrido irlandés mientras cantaba: —¡Ale-maldita-luya!

Niall y sus alfas lo miraron divertidos, el alivio y la emoción de Louis explotando a través de la habitación.

—¿Todo bien, Louis? —Liam sonrió ante su felicidad.

—¡¿Todo bien?! ¿Todo bien? ¡He estado tratando de juntar a esos dos bastardos desde el tour de Take Me Home! ¡El puto Take Me Home Tour, Liam! —volvió a bailar por la habitación, agarró las manos de Niall y lo arrastró hasta convertirlo en su compañero de baile, sin saberlo, aliviando la envidia de su omega. ¿Cómo podría estar molesto Niall cuando Louis estaba tan feliz?

El irlandés rebotó con él. —¿Oh, sí?

—Sí —se rio John—. Una vez hizo que el hotel mezclara sus habitaciones, así que tuvieron que permanecer juntos y todavía no pasó nada.

—¡Pero finalmente están saliendo! Esa es una cita, ¿no es así, John? —Louis quiso confirmar.

—Es una cita —asintió el productor.

—¡Sí! —de repente se detuvo y arrugó la nariz—. Aunque, ahora creo que estaremos cantando sobre Johnny en cierta forma. Oh, bueno —se encogió de hombros y volvió a bailar con Niall.

John desenchufó los audífonos y la alegre melodía de la canción sin título llenó la habitación, observando con una sonrisa cariñosa a Louis y Niall que se pusieron a bailar con sus alfas.